En aquel tiempo, dijo el Señor: “¿A quién se parecen los hombres de esta generación? ¿A quién los compararemos? Se parecen a unos niños, sentados en la plaza, que gritan a otros: ‘Tocamos la flauta y no bailan, cantamos lamentaciones y no lloran’. Vino Juan el Bautista, que ni comía ni bebía, y dijeron que tenía un demonio; vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: ‘Miren qué comilón y qué borracho, amigo de publicanos y pecadores’. Y la sabiduría se ha acreditado por todos sus hijos”.
Palabra del Señor.

